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La organización


UN TECHO PARA MI PAIS ARGENTINA es una organización no gubernamental liderada por jóvenes voluntarios, con presencia en 18 países de Latinoamérica: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay. La institución trabaja junto a familias que viven en asentamientos urbano-marginales, para que a través de un esfuerzo en conjunto puedan mejorar su calidad de vida.
El primer paso del proyecto es la Construcción de Viviendas de Emergencia, para luego desarrollar planes integrales de Habilitación Social. Estos planes se implementan como respuesta a las inquietudes y necesidades planteadas desde cada uno de los barrios y giran en torno a educación, fomento productivo y micro-créditos, capacitación en oficios, arte y recreación, asesoramiento jurídico y salud.
Lo que la institución busca es generar conciencia social y espíritu de solidaridad a través del trabajo voluntario, integrando a los distintos sectores de la sociedad en la tarea de superación de la extrema pobreza, mediante la implementación de las 3 etapas del proyecto: Construcción de viviendas de emergencia, Habilitación

Un poco de historia:

 Un Techo Para Mi País, nació en Chile en el año 1997 cuando después de  concluir unas misiones en el pueblo de Curanilahue, un grupo de jóvenes universitarios apoyados por Felipe Berríos S.J., sintió la necesidad de denunciar la situación de extrema pobreza en que viven millones de personas en asentamientos precarios y dar una solución concreta a estas, a partir de la construcción de viviendas de emergencia y la ejecución de planes de habilitación social.

Modelo de intervención:

El Modelo de Intervención Social (MIS) se pensó desde la realidad que se viven en los asentamientos. A partir de esta se diseñaron estrategias de intervención que apuntan a provocar un cambio significativo en las familias, permitiéndoles contar con herramientas y capacidades efectivas para superar su condición actual y salir de los asentamientos de forma autónoma.
Este modelo cuenta con tres etapas de trabajo, que consisten en lo siguiente:



Construcción de viviendas de emergencia

Esta es la etapa de inicio del trabajo de UTPMP, en la cual se satisface la necesidad básica de vivienda en los asentamientos. Es en esta etapa es donde se involucra a la mayor cantidad de voluntarios, ya que generalmente constituye una “puerta de entrada” para que muchos jóvenes que no han tenido la oportunidad de acercarse a los más pobres, participen de una experiencia de alto impacto físico y emocional. A través de la construcción de esta vivienda se genera un espacio de contacto y compromiso entre los voluntarios y las familias del asentamiento, además de solucionar una situación de emergencia que es la carencia de una vivienda básica. El proceso de construcción también permite establecer los primeros vínculos de confianza con los pobladores y líderes de la comunidad, validando una relación que en el futuro les permita realizar un trabajo más permanente. 
 
 

Habilitación Social: En esta segunda etapa, el objetivo es alcanzar la organización social de los asentamientos y consolidar comunidades capaces de superar la extrema pobreza. Para lograr esto, la ONG se enfoca en la creación de una mesa de trabajo, que es una instancia de reunión formal y periódica donde se discuten y analizan las problemáticas de cada asentamiento y se gestionan proyectos con el fin de mejorar la calidad de vida de todos sus habitantes. Las mesas son coordinados por voluntarios de UTPMP que apoyan y guían los proyectos a realizarse.
Los proyectos comunitarios son acompañados por una serie de planes que UTPMP implementa y que tienen como objetivo el desarrollo de destrezas y competencias que permitan a las personas superar de forma autónoma la situación de pobreza. Actualmente UTPMP Argentina desarrolla los siguientes planes en más de 10 barrios: Planes de educación (Ludoteca y Apoyo escolar), Plan de Capacitación en Oficios, Plan de Microcréditos)

Comunidad sustentable: Un Techo para mi País pretende que las familias que habitan en asentamientos logren transformarse en Comunidades Sustentables.

En ésta etapa buscamos que la comunidad, en conjunto con UTPMP y como reflejo de su grado de desarrollo autosustentable, gestione soluciones definitivas, construyendo nuevos barrios integrados a las redes sociales, y manteniendo el capital social que la comunidad haya adquirido.
Se busca que los pobladores se sientan pertenecientes a la comunidad, que se identifiquen con ésta y trabajen juntos por el bien común. Los vecinos deben organizarse y participar para elegir democráticamente su equipo de dirigentes y que estos involucren a más actores.
La comunidad debe ser capaz de determinar sus problemas y oportunidades, de plantear prioridades y desarrollar metodologías de trabajo para gestionar y lograr lo que requieran. Una comunidad sustentable debe desarrollar un fuerte capital social, fortalecer los lazos entre los vecinos y crear redes externas al asentamiento.
El objetivo final de UTPMP es que todos aquellos que viven en situación de extrema pobreza puedan acceder a nuevas oportunidades que les permitan optar por una mejor calidad de vida. Cuando las políticas habitacionales de los países lo permiten se desarrollan proyectos de vivienda definitiva, como es el caso de Chile que ha concretado varios sueños de ¨casa propia¨.

Organigrama:

Si bien todos los trabajos se hacen de manera conjunta, a la hora de organizar las actividades hay una división de roles bien marcada que consta de un Director social (Agustín Alcorta) y directores de área  los cuales cobran un sueldo mínimo por ser un trabajo full time, luego le siguen los coordinadores por área  (Formación y voluntariado, detección y asignación, comunicación, legales, logística, recursos, recursos humanos, coordinadores de barrios) y los voluntarios que son jóvenes a partir de los 18 años de edad.
Cabe destacar que en la Sede de La Ciudad de La Plata, en la cual se llevará a cabo el plan comunicacional, los miembros son todos voluntarios, y ninguno recibe goce de sueldo. No obstante la toma de decisiones se da de manera vertical, ya que son los miembros con mayor antigüedad y los coordinadores de área quien deciden cómo se desarrollará determinada actividad. Esto se da así, debido a muchos voluntarios, no tienen una continuidad sistemáticamente activa en la organización ( pero tampoco esta lo exige) por lo que no se logra un nivel alto de involucramiento que influye a la hora de tomar una decisión.

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